Ando lentito con la cosa de los blogs, lo reconozco, pero son causas de fuerza mayor. Os pongo este cartel de las elecciones municipales de 1979. Si la campaña del PSOE era bonita, la del PCE también estaba muy bien, en mi opinión. Al menos esta seria de cartelería, que hubo otra que os enseñaré que era de espanto.
En el 79 el PCE era el partido de las artes y la cultura. Mucha gente de las artes colabora con el Partido Comunista. Carrillo acababa de quitarse la peluca prácticamente y se respiraba un aire de libertad. Los ayuntamientos se llenaron de alcaldes y concejales comunistas que no tenían ni cuernos ni rabo (entiéndase, no eran demonios).
En sus campañas, el PCE se encargó de no asustar al personal que las leyendas franquistas estaban en el inconciente colectivo. Eran campañas amables, simpáticas en las que los comunistas aparecían como personas normales, no como monstruos. Y el Eurocomunismo de Santiago Carrillo era una cosa bastante civilizada.
En realidad, aunque estabamos aprendiendo, todo era menos crispado. Ahora no. Ahora hay especialistas en crispación y no hay carteles bonitos.